La gestión de la cocina de un restaurante demanda la aplicación de diferentes tipos de conservación de alimentos, para proteger el dinero invertido en ingredientes y mantener la calidad de ciertos productos.
En este post te hablaremos a profundidad sobre algunas de las prácticas más efectivas para cumplir con esta tarea, pero, antes, explicaremos por qué es tan importante tomar en cuenta a la misma.
¿Por qué deben conservarse los alimentos?
La explicación es sencilla: todos los alimentos tienen microorganismos, principalmente bacterias, que pueden hacer que estos se pudran con el pasar de las horas, días o semanas, dependiendo del producto.
Al ser prácticamente imposible encontrar un lugar libre de patógenos, así como eliminar todos los presentes en los ingredientes, el objetivo de la conservación es prolongar lo máximo posible la actuación de estos microorganismos y, en consecuencia, el inicio del deterioro.
8 efectivas técnicas de conservación de alimentos
Entre las técnicas más efectivas, comprobadas científicamente, encontramos las siguientes:
1. Ebullición
También se le conoce como escaldado, y se suele aplicar como paso previo a la congelación de vegetales y otros ingredientes que vienen de los suelos y que son portadores de bacterias.
Consiste en sumergir los ingredientes y alimentos en agua hirviendo, lo cual permite eliminar los potenciales patógenos asociados a la pudrición y el deterioro químico.
2. Refrigeración
Es una técnica de conservación de alimentos de nevera. Para cumplirla de forma correcta, la temperatura de estas debe ser de alrededor de 4 ºC, pues de esa manera se consigue retrasas las reacciones químicas de las bacterias.
3. Congelación
Se diferencia de la refrigeración en que la temperatura tiene que ser mucho menor, de -18 ºC. Esto convierte el agua del alimento en hielo, dificultando la proliferación de las bacterias.
4. Ultracongelación
En esta práctica, los alimentos son puestos bajo temperaturas inferiores a -40 ºC durante breves periodos de tiempo, generalmente de menos de 2 horas. Se considera una de las técnicas más efectivas, debido a que permite conservar sin alterar las propiedades del ingrediente.
5. Salazón
Es uno de los métodos más antiguos y practicados, tanto en restaurantes como en el ámbito doméstico. No es más que agregar sal, un elemento que retiene el líquido de los alimentos para que no estén disponibles para los microorganismos.
6. Ahumado
Consiste en exponer el alimento en cuestión a una fuente de humo, prolongando la conservación gracias a la desecación y la incidencia de calor, lo cual genera un efecto antimicrobiano. Además, esta práctica agrega nuevos sabores y matices.
7. Esterilización
Se trata de colocar el alimento a una temperatura de alrededor de 155 ºC, durante pocos segundos, lo cual mata prácticamente todas las materias, incluso las esporas. No obstante, tiene un lado contraproducente: altera las propiedades nutricionales.
8. Deshidratación
Puede hacerse de forma manual o por medio de deshidratadores. Su objetivo es fácil: retirar el agua de los productos para que no esté disponible para las bacterias.
¡Y listo! Estos son 8 de los tipos de conservación de alimentos aprobados con expertos que puedes aplicar para proteger el inventario de tu cocina y, en consecuencia, tus inversiones.
La elección del mejor método de conservación depende del tipo de producto, del momento en que será utilizado o cocinado y, también, de la forma en que se manipulará en el futuro. ¡No lo olvides!
Si tienes alguna duda o inquietud acerca de este importante tema, ¡déjanos un comentario y te ayudaremos con gusto!